Es difícil de explicar para aquellas personas que no producen arte, pero el gusto por el arte es una habilidad que se adquiere,? declara Nyberg

Según un artículo publicado en el New York Times con la contribución del Museo Guggenheim, el arte en la educación le da al niño habilidades literarias. Al entender el significado detrás de una obra de arte el niño adquiere las herramientas para pensar estratégicamente y desarrollar un raciocinio en sus habilidades para escribir, leer y entender.    

La Secretaria de Educación de Estados Unidos, Arne Duncan, junto a Michelle Obama, se ha encargado de resaltar la importancia del arte en la educación al afirmar que ?el arte no puede ser tratado como un tema banal. Es esencial en el estímulo de la creatividad y la inovación para los jóvenes que se deben preparar para una economía global.?   

Es un hecho que una nueva economía está emergiendo en el mundo, y es esa economía la que requiere creatividad, imaginación e innovación. Por tanto es vital darle a los niños y jóvenes las herramientas necesarias para estimular y expandir su mente.    

En el diario The Washington Post se publicó un artículo por Lisa Phillips, directora del Canada's Academy of Stage and Studio Arts dónde resalta las 10 habilidades que un niño desarrolla a través del arte. Estas van desde lo personal hasta lo laboral:   

Tomado de: Revista Semana http://www.semana.com/educacion/articulo/10-razones-por-las-que-la-educacion-en-arte-es-fundamental/386497-3

A través de la historia el arte ha sido una herramienta importante para la comunicación entre los seres humanos, permitiendo de esta manera expresar ideas, deseos, emociones o incluso comprender el mundo desde la subjetividad. En este sentido y como parte de las estrategias pedagógicas de nuestra institución, se ha querido pensar el arte y la experiencia estética, como componentes fundamentales en las actuales formas de conocimiento, que se vislumbran más allá del objeto "bello" y nos acercan un poco más a la comprensión del mundo en que vivimos.     

En el Liceo Taller San Miguel nos hemos propuesto pensar la educación artística como un encuentro, donde arte y pedagogía se relacionan dialógicamente, generando nuevos paradigmas que tengan como eje fundamental la apropiación, el pensamiento crítico y el compartir la experiencia con el otro. Donde además de estas categorías se incluya en el aprendizaje, diferentes miradas sobre el enseñar, aprender desde lo vital, lo conceptual y lo histórico. Repensar su papel en la actualidad conlleva a relacionar esas conexiones a partir de la reflexión entorno a conceptos como percepción y creatividad, nociones fundamentales en nuestra práctica pedagógica.  

Los nuevos modos de pensar la educación artística nos han acercado a eso que durante todos estos años hemos querido fortalecer en nuestros estudiantes: El desarrollo de los procesos cognitivos característicos de la creación y la percepción, partiendo de procesos de aprendizaje que se vinculen mediante la transversalización con otras áreas del saber. Desde esta perspectiva, las dimensiones de este análisis, se proyectan a través de esa constante que permite a nuestros estudiantes adoptar una actitud crítica frente a las aporías del mundo, enfrentando los retos que nos ofrece la contemporaneidad mediante del re-diseño del mundo y la subjetividad (Fonseca, 2011). Es fundamental en estos procesos que los estudiantes se enfrenten a sus propias producciones, no solo como admiradores, sino como individuos que plantean inquietudes sobre lo que se les presenta, generando de esta manera análisis y reflexión en todo sentido.   

Somos concientes de los cambios generados en los procesos académicos y pedagógicos empleados en el sistema educativo a nivel mundial, sabemos que estamos experimentando un cambio en los modos de enseñanza y metodológicas empleadas en el aula de clase. Los j@venes y niñ@s de nuestro tiempo están viviendo una época de grandes transformaciones en el campo de la cultura, la tecnología, las transformaciones sociales, en este sentido los maestros necesitamos estar a la altura de los signos de nuestro tiempo y de esta manera contribuir al gran despliegue de posibilidades ofrecidas por los nuevos modelos los de enseñanza en educación; por eso las experiencias educativas y su relación entorno a las prácticas pedagógicas desde el arte, nos permiten imaginar cambios en los procesos de pensamiento y transformación social mediante la resignificación de nuestra experiencia con el mundo.     

Es por eso que lo más importante aquí no es el objeto artístico si no los modos de producción desde lo simbólico, desde el proceso, desde las imágenes y el intercambio que este tipo de producciones puedan generar. Nos vemos enfrentados entonces a "Nuevos modos de experimentar y percibir el mundo contemporáneo?; en este sentido las artes tienen todo un legado, asociado a la comprensión del mundo por medio de las imágenes; imágenes que se conciben como relatos abiertos a la investigación e interpretación creativa.     

Nuestra práctica educativa se concibe entonces como un relato abierto, donde lo importante son las experiencias vividas, que superan la captación del objeto por el objeto y nos acercan más una educación que propicie experiencias y pensamiento estético. Tenemos claro que nuestro propósito no es formar artistas, ni personas expertas en una técnica determinada; si no que por el contrario éstas son el medio por el cual se materializa el pensamiento y las reflexiones del mundo que se puedan tener desde una perspectiva. Imaginar una educación humanista tejida desde la crítica permite al individuo tener una idea del contexto que le rodea, entendiendo contexto como espacio que abarca las esferas de la cultura, la política, la tecnología, el territorio, la economía, los conflictos sociales entre otros. Así pues que estamos formando para la experiencia, para el entendimiento del mundo y relaciones que se puedan tejer con el entorno en todas sus dimensiones.  

Georgina Montoya